¿Verdad o mito?

Los gatos son unos animales que han estado históricamente rodeados de misterio… Pero la verdad es que su comportamiento y costumbres son totalmente normales, y conocemos bien su personalidad y manera de tratarlos. Si quieres asegurar el bienestar de tu michi, aléjate de mitos y falsas creencias.

1. MITO: Los gatos son independientes, no necesitan interacción con personas. Lo gatos pueden formar fuertes vínculos con os humanos, y tener una conexión emocional con sus dueños. Pasar tiempo con nuestros michis, dejarles su espacio y respetar sus ritmos es fundamental para conseguir entablar una buena relación con ellos.
2. MITO: Los gatos no son sociables entre sí. Los gatos disfrutan mucho de la compañía de otros felinos de hecho, es recomendable convivan más de un gato en una casa. Mediante una adopción conjunta, permitimos a nuestros gatos sentirse más acompañados, y compartir su vida con un compañero. Cuando adoptamos a un nuevo gato, es convieniente presentar a los mininos con precaución, dejando que se conozcan y prestando atención a las diferentes señales.
3. MITO: Los gatos requieren poco mantenimiento. Son animales muy aseados y se acicalan solos, pero también necesitan ayuda con su higiene y contar con juguetes y espacios para ellos. Adoptar un gato bajo la creencia de que no van a necesitar tantas atenciones o cuidados como otros animales es poco recomendable. Siempre que sumamos un peludo a nuestra familia, debemos ser conscientes de que es un compromiso de por vida, y que un animal conlleva siempre una serie de responsabilidades.
4. MITO: Se llevan mal con perros. Gatos y perros pueden crear vínculos entre ellos. Depende del periodo de socialización y de la educación de ambos. Como en el caso de los gatos, es importante una buena presentación, respetar los espacios y tiempo de cada animal, y estar pendiente de sus reacciones.

Si compartes tu vida con un gato o estas pensando en adoptar a uno, infórmate bien sobre los cuidados y el mantenimiento que necesitan, y asegúrate de que dispones del tiempo y los recursos necesarios para cuidarle.